lunes, 27 de mayo de 2013

Deseo

metido entre los huesos
agarrado de la sangre
como alimento


en
el fulgor de unos ojos
sin nombre
en
la curva del cuello
en
la lengua
en 
la palabra
en 
un poro sudado


puedo tocarlo
puedo besarlo
puedo comerlo
puedo olerlo
puedo mirarlo


el deseo está
allí 
parado
en la esquina de mi habitación
pareciéndose a un hombre desnudo


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