miércoles, 29 de febrero de 2012

Licántropo

Tu lomo está combado
por el peso de la culpa
la justicia turbia,
sofocando tus pupilas,
cegándolas
apagando el nervio sensible del rostro.

Todo se deforma
crece en un páramo sucio
metamórfico y destructivo
donde tus manos son las armas,
la rabia el motor
que ruge
(ya no hay quietud)

Te quebras en el caos
machacándote las facciones con la sangre pútrida
(brotando sin cesar, para siempre).
Las cicatrices dirán nunca más
ya no hay inocencia en tus ojos...
es demasiado tarde

Punto Final

Se consume la ausencia de tu boca
frágil
            en el borde del abismo.

Es fiel ,como siempre
al ocultismo
pagana prodigiosa que devora los alientos
                     (las esperanzas guardadas)

Y está muerta de palabras,
escupe la sangre de mis ojos
vaciándolos de dolor.

El frío se habitúa a los cuerpos
que yacen
                    (yo sólo quiero reposar en los cipreses)
con brisas de plomo que traspasan la noche
aniquilando mis manos
mas-ti-cán-do-me.

El silencio nos acompaña
sin quebrarse
sin huir.
La sombra se te pega (tiemblan las aristas- tiemblan las rótulas)
y sin más te vuela
corrompiendo hasta el asfalto.

Nunca hubo luz, ni la habrá
el golpe seco
                    la ahuyenta de mi
                                               de vos
                                                          sin dejar de caer.