El sol invernal me acerca a la piedra, siento que podría quedarme quieta una infinidad y convertirme en mármol pardo, en el recuerdo de un cuerpo surcado de pliegues y venas , es un clavel asustado por el paso del tiempo y los visitantes nocturnos y acuosos. Algún día rezaré una plegaria al agua, para que nos bese a todos.
Hace mucho que no leía una entrada de algún blog así por azar y haberme encontrado con esta fue increíble. Me encanto, así de simple.
ResponderEliminarSi queres pasáte por el mío: http://laspalabrasquequeria.blogspot.com.ar/
Tene muy lindo día.